La realidad de la inflación sin el espejismo estadístico: los precios se disparan un 13,5% en dos años
La subida de precios en España y los datos de inflación ya no van de la mano. En el mes de marzo, el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha experimentado una fuerte reducción, hasta situarse en el 3,3% interanual. Este último término -interanual- es el que explica este fuerte desplome, ya que en marzo de 2023 los precios se dispararon hasta el 9,8%. Esta comparación con un mes insólito en términos de precios es lo que produce que la estadística quede «adulterada» y muestre como la inflación baja pese a que los precios sigan subiendo.
En marzo de este año, según los datos de Estadística, los precios fueron de media un 3,3% más altos que en marzo de 2022, pero es que ese mes los precios ya habían subido un 9,8% con respecto al mismo periodo de 2020. En marzo de 2021, la inflación fue del 0%, por lo que se mantuvo sin cambios con respecto a 2020, ya que en ese momento España aún no había entrado en actual espiral inflacionista. De esta forma, las subidas de precios han ido acumulándose, pese a que en tasa interanual experimenten variaciones a la baja.
Concretamente, los datos del INE muestran como desde marzo de 2021 -antes del estallido de la crisis sanitaria- hasta marzo de 2023, los precios han subido en España un 13,5%, por lo que los meses en los que la inflación se modera, lo que realmente implica es que suben menos, pero no que los precios dejen de subir. De hecho, la bajada del mes de marzo no es tal, ya que en términos mensuales los precios han subido un 0,4%.
Sin embargo, el Gobierno ha preferido olvidar este espejismo estadístico y ha optado por el optimismo. Yolanda Díaz ha catalogado como «muy positivo» el dato del IPC del mes de marzo, en la misma línea que Escrivá, que afirma que es «indiscutiblemente muy bueno» y una «sorpresa positiva» para la economía española. María Jesús Montero ha activado el modo electoral, asegurando que esta reducción de la inflación se debe a las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo de cara a 2023, pese a que en lo que va de año, los precios se han elevado un más de un 1,1%.
La guerra de Ucrania provocó una debacle internacional, que se tradujo en un encarecimiento desbocado de la electricidad y otras materias primas, que más tarde derivó en el alza del precio de los alimentos. En España, el conflicto provocó un subidón histórico del dato de IPC: en 30 días los precios subieron un 3% de golpe, lo que elevó la tasa de inflación al 9,8% en marzo de 2022. Este IPC disparado es lo que ahora distorsiona los datos de este año, ya que al comparar los precios de ahora con los del 2022, que eran aún más elevados, el dato resultante será inferior.